lunes, 2 de marzo de 2015

Amaranto


Sus flores son de un característico rojo intenso, pero el grano del amaranto son unas pequeñas semilla de color pálido.


Al igual que la quínoa, es considerado un pseudocereal, ya que tiene propiedades similares a las de estos, pero botánicamente no lo es.

Entre sus propiedades destacan:
  • Es un cereal sin gluten.
  • Es muy rico en calcio, lo que lo convierte en un cereal adecuado para aquellas personas que quieren incrementar su consumo de este mineral.
  • Es un cereal de alto valor nutritivo y muy digestivo.
  • Tiene un alto contenido de proteínas y Hierro, por lo que las personas con dietas vegetarianas se beneficiarán de su consumo.
  • Su grasa es rica en ácidos grasos esenciales.
¿Cómo tomarlo?

Puedes añadir unas cucharaditas de amaranto hinchado en tu desayuno.

El grano puede cocerse y añadirse a ensaladas o usarse para rellenar verduras (Calabazas, berenjenas, calabacines, etc.).

Una vez cocido puede servirse acompañado de verduras o añadirse a sopas y guisos.

Una gran idea: Palomitas de amaranto

Puedes elaborar unas deliciosas “palomitas de amaranto” si lo tuesta ligeramente en una sartén sin aceite y con una tapa hasta que el grano estalle.


Lentejas con amaranto.

Ingredientes:
  • 1 taza de amaranto lavado y escurrido
  • ½ taza de lentejas
  • 3 tazas de agua o caldo vegetal
  • 3 zanahorias cortadas a dado
  • 2 cebollas cortadas finas
  • Aceite de oliva
Elaboración

-Saltear las cebollas con el aceite de oliva durante 5 minutos a fuego medio.
Añadir el caldo vegetal, las zanahorias, las lentejas y el amaranto. Cocer durante 30 minutos a fuego medio con tapa.
Servir como plato principal

lunes, 24 de noviembre de 2014

Pastel de Queso y Muesli

Dale un final feliz a tus comidas y cenas con este postre delicioso y ligero que podrás preparar en pocos minutos.


Para 6 personas
  • 1 cucharada de margarina de soja
  • 50gr de Muesli bio
  • 2 cucharadas de agar agar en polvo
  • 250 gr de queso tierno
  • 3 cucharadas de estevia liquida
  • 1 limón
  • 1 taza de leche evaporada
  • 100 gr de mermelada de cereza

Calienta al baño maría la margarina hasta que se derrita.

Añade el muesli y remueve bien hasta que quede perfectamente integrado, cubre con esta mezcla la base del molde.

Vierte 2 cucharadas de agua en un cuenco y espolvorea en él el agar agar, deja reposar 2 ó 3 minutos y caliéntalo al baño maría, remueve hasta que se disuelve. A continuación deja enfriar un poco.

En un recipiente hondo, bate el queso con la estevia, el zumo y la ralladura del limón e incorpora el agar aún liquido. Bate aparte la leche evaporada y agrégala a la mezcla anterior de queso y estevia.

Vierte todo sobre la base de muesli y aplana la superficie, guarda en la nevera hasta que se haya solidificado.


Desmolda y cubre la superficie con mermelada de cereza.

Oligoterapia Catalítica

El origen de la oligoterapia es tan antiguo como el ser humano e incluso antes, utilizado instintivamente por otros animales, como vemos hoy en algunos que beben en determinadas ocasiones agua que no suelen beber, o lamen piedras o tierras.

Históricamente hay algunos datos de utilización terapéutica de los oligoelementos desde 6000 ac. Pero la utilización como ciencia fue Paracelso, médico alquimista, quién coincidiendo con la medicina china observó que todo nada existe sin su contrario, si un oligoelemento a dosis alta mata, a dosis muy pequeñas puede curar, principio que posiblemente sea universal y que Hanenman aplicó en el desarrollo de la homeopatía.

A finales del siglo XIX Gabriel Bertrand observa y descubre la importancia de algunos minerales en dosis muy pequeñas cuando faltan ocasionan alteraciones que pueden llevar a afecciones graves y a la muerte (anemias, alteraciones del desarrollo físico y mental.

En 1930 el Dr. Jacques Ménètriere estudió clínicamente la acción de los oligoelementos como catalizadores, y estableció la oligoterapia catalítica y las diátesis de la oligoterapia (del griego DIATHESIS: constitución, disposición hereditaria, disposición a padecer).

Son muchos los investigadores de los oligoelementos catalíticos pero aparte de Ménètriere es de suma importancia los estudios de Picard, y de Yves Requena. Fusionándolo con la medicina tradicional china.

Hay dos oligoterapias, una nutricional; cuando existen carencias de oligoelementos, y la catalítica o reaccional, provocando o activando procesos enzimáticos.


La oligoterapia catalítica se utiliza en medicina funcional, y sirve de ayuda en estados patológicos y lesivos junto

martes, 10 de diciembre de 2013

La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva y nueces reduce en un 30% el riesgo cardiovascular

Según el estudio PREDIMED, cuyas conclusiones se presentan estos días en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna, la dieta mediterránea reduce la presión arterial y mejora el perfil lipídico.

Una alta adherencia a una dieta mediterránea tradicional suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reduce en un 30% el riesgo relativo de sufrir una complicación cardiovascular en personas con alto riesgo, comparada con una dieta baja en todo tipo de grasa, según los resultados del estudio PREDIMED, el mayor ensayo clínico de intervención nutricional realizado en Europa, que se presenta en el marco del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna, que se celebra hasta mañana 23 de noviembre en Málaga.

Tal como afirma el Dr. Ramón Estruch, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clinic de Barcelona y primer autor del estudio "hemos observado que la dieta mediterránea actúa sobre el metabolismo de la glucosa, disminuyendo la resistencia a la insulina, reduce la presión arterial y mejora el perfil lipídico. Además, hemos comprobado que reduce los marcadores de estrés oxidativo y de inflamación sistémica, por lo que gran parte de sus efectos deberían atribuirse a su actividad antioxidante y antiinflamatoria".

Se trata de un efecto similar, por ejemplo, a las estatinas, pero con la enorme ventaja de que la dieta mediterránea no tiene efectos secundarios”, prosigue este experto. En el estudio PREDIMED han participado más de 200 investigadores (incluidas dietistas y enfermeras) y 7.447 personas provenientes de 11 grupos de investigación de nueve Comunidades Autónomas, a las que se les ha seguido una media de seis años.

Hasta hace poco el paradigma para la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares era “reducir todo tipo de grasa”. Sin embargo, ahora se ha comprobado que las peores grasas son las saturadas y las ‘trans’, las que se forman en el curso de tratamientos industriales de determinados alimentos, como la bollería industrial. La grasa vegetal, aportada por ejemplo por el aceite de oliva y los frutos secos, tiene un efecto protector sobre muchos sistemas del organismo, entre ellos el cardiovascular, ilustra el Dr. Estruch.


Por ello, insiste este especialista, el tratamiento de muchas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la mayoría de los factores de riesgo vascular, debería empezar con una modificación de ciertos hábitos, como la adopción de un patrón de alimentación más saludable, como la dieta mediterránea tradicional y la realización de más actividad física. Después, si este cambio de hábitos no surte efecto, debe iniciarse un tratamiento farmacológico. “Lamentablemente, en la práctica clínica, se suele obviar los dos primeros pasos, para empezar directamente un tratamiento farmacológico, que muchas veces no es eficaz porque “se llega tarde”. Deberíamos volver a los pasos que recomiendan todas las guías, promover cambios hacia un estilo de vida más saludable y, sólo posteriormente, prescribir los tratamientos farmacológicos”, apunta el Dr. Estruch.

Dieta mediterránea y peso corporal


Al iniciar PREDIMED", expone el principal autor del estudio, "nos preocupaba el efecto que podría tener una intervención con una dieta rica en grasa (vegetal), es decir, rica en aceite de oliva y frutos secos, sobre el peso corporal y los parámetros de adiposidad, especialmente los relacionados con la adiposidad abdominal (perímetro de la cintura)". "No obstante", explica, "los resultados han sido en cierto punto sorprendentes, ya que los participantes que seguían la intervención con dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, a pesar de consumir más energía total que los que seguían una dieta baja en todo tipo de grasa, presentan una mayor reducción del peso corporal y del perímetro abdominal que el grupo control”.


Respecto a las bebidas fermentadas, como el vino y la cerveza, su consumo moderado (siempre con las comidas) también tiene un efecto protector sobre muchas enfermedades, pero especialmente sobre las cardiovasculares. “En este sentido, merece señalarse que el vino siempre ha formado parte de la dieta mediterránea”, comenta el Dr. Estruch. En cuanto a la cerveza, en el estudio PREDIMED se ha observado que los consumidores moderados de cerveza en España siguen un patrón dietético más próximo a la dieta mediterránea tradicional que consumidores de los países anglosajones, donde el consumo de este producto se ha ligado más al fast food.