El origen
de la oligoterapia es tan antiguo como el ser humano e incluso antes,
utilizado instintivamente por otros animales, como vemos hoy en
algunos que beben en determinadas ocasiones agua que no suelen beber,
o lamen piedras o tierras.
Históricamente
hay algunos datos de utilización terapéutica de los oligoelementos
desde 6000 ac. Pero la utilización como ciencia fue Paracelso,
médico alquimista, quién coincidiendo con la medicina china observó
que todo nada existe sin su contrario, si un oligoelemento a dosis
alta mata, a dosis muy pequeñas puede curar, principio que
posiblemente sea universal y que Hanenman aplicó en el desarrollo de
la homeopatía.
A finales
del siglo XIX Gabriel Bertrand observa y descubre la importancia de
algunos minerales en dosis muy pequeñas cuando faltan ocasionan
alteraciones que pueden llevar a afecciones graves y a la muerte
(anemias, alteraciones del desarrollo físico y mental.
En 1930 el
Dr. Jacques Ménètriere estudió clínicamente la acción de los
oligoelementos como catalizadores, y estableció la oligoterapia
catalítica y las diátesis de la oligoterapia (del griego DIATHESIS:
constitución, disposición hereditaria, disposición a padecer).
Son muchos los investigadores de los
oligoelementos catalíticos pero aparte de Ménètriere es de suma
importancia los estudios de Picard, y de Yves Requena. Fusionándolo
con la medicina tradicional china.
Hay dos
oligoterapias, una nutricional; cuando existen carencias de
oligoelementos, y la catalítica o reaccional, provocando o activando
procesos enzimáticos.
La
oligoterapia catalítica se utiliza en medicina funcional, y sirve
de ayuda en estados patológicos y lesivos junto